Viaje de fin de estudios de la Primera Promoción

"Al recordar nuestro viaje de fin de estudios, lo primero que viene a mi memoria es el reconocimiento a todos los padres de nuestra promoción y al Padre Santiago Andrés Ibáñez. Estoy seguro que si no fuere por ellos no se habría sido posible esos casi 21 días de viaje.

Para recaudar fondos se organizaron un Festival de la Canción en la sala del Cine San Alfonso, kermeses y hasta la organización de fiestas bailables en el Círculo (¡¡¡ qué "locura"!!!).

En esa época (hace 45 años) no era costumbre contratar a una Agencia de Viajes que le organice, así que todo se hizo a base de gestiones con una Empresa de Autobuses de Salta y contactos con la Oficina de Turismo de Mendoza para el hotel (con pensión completa, que incluía la pertinente "vianda" en los distintos viajes).

Fue una experiencia única, y fue el colofón a seis fantásticos años en el IPSA. Recuerdo el primer día que llegamos al Instituto, algunos nos conocíamos de la primaria, pero muchos no. Sin embargo pronto fuimos compañeros, y luego amigos, con el significado más bello de ello, pero el Viaje de Fin de Estudios, nos convirtió en hermanos, todos guiados por un mismo fin y por un ideal de futuro colectivo y también personal.
La estancia en Mendoza fue divertida y muy "movida", visitas a lugares históricos y geográficos, a empresas industriales de los productos tradicionales (Vino, jugos de uvas, frutos secos, etc.) de la provincia, al Casino (nunca antes había entrado en uno), a las discotecas con sus nombres que le "traían de la cabeza" al Padre Ibáñez. Recuerdo dos nombres, pero no son los únicos, "Que te importa" y "La Casa de la Abuela".

Para terminar y para que no sea un testamento, el recorrido fue desde Salta, pasando por Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza. En cada provincia disfrutamos de tiempo para algunas visitas y divertimento. El regreso fue por San Luis, (aun guardo con gran cariño una pequeña cruz de ónix, que me acompañó en todos los exámenes de mi vida universitaria), y por Córdoba que disfrutamos poco tiempo pero fue muy intenso. Tuvimos "la suerte" que al iniciar el regreso a Salta se rompiera la Luna frontal del autobús, hasta que consiguieron una nueva y la colocaron unas 12 horas más estuvimos en la docta.

Gracias por permitir este testimonio, la distancia, el recuerdo y el afecto a mis hermanos de promoción han logrado que varias lágrimas surquen mi rostro en este momento."

Alfredo (Freddy) Nazario

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